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El CBD derivado del cáñamo se muestra prometedor como insecticida ecológico contra las larvas de mosquitos

El CBD derivado del cáñamo podría resultar un insecticida eficaz y respetuoso con el medio ambiente, según un estudio realizado por investigadores estadounidenses. El estudio, publicado en la revista científica Insects, demostró que el CBD puede acabar con las larvas de dos cepas problemáticas de mosquitos en sus primeras etapas de desarrollo, en un plazo de 48 horas.

La investigación, dirigida por un equipo de la Universidad Estatal de Ohio, supone un avance prometedor en la lucha en curso contra la resistencia a los insecticidas, en particular en el caso de especies de mosquitos como el Aedes aegypti, que transmite los virus mortales de la fiebre amarilla, el dengue y el zika.

«Es muy importante poder controlar estas plagas en una etapa temprana, cuando son más vulnerables», dijo Erick Martínez Rodríguez, estudiante de posgrado en entomología en la Universidad Estatal de Ohio y autor principal del informe de investigación. Señaló que atacar a los mosquitos en su etapa larvaria, antes de que maduren y propaguen enfermedades a grandes distancias, es fundamental para un control eficaz de las plagas.

Cepas resistentes

El avance se produce en un momento en que las poblaciones de mosquitos de todo el mundo están desarrollando mutaciones genéticas para protegerse de los insecticidas convencionales, lo que plantea serios desafíos para los programas de control globales. Una cepa de Aedes aegypti (la cepa puertorriqueña) ha demostrado una resistencia tenaz a los insecticidas sintéticos de uso común, que atacan el sistema nervioso de los mosquitos.

Sin embargo, el CBD ha demostrado la capacidad de eludir estas defensas metabólicas.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio extrajeron el CBD pulverizando hojas de cáñamo secas y sumergiéndolas en metanol para crear una solución potente. El estudio descubrió que incluso una pequeña cantidad de extracto rico en CBD era letal para las larvas de mosquito.

«Lo sorprendente fue la pequeña cantidad necesaria para ser tan letal», dijo Rodríguez sobre el potencial de la alternativa ecológica a los insecticidas sintéticos, que a menudo tienen efectos secundarios ambientales nocivos debido al uso excesivo.

Insecticidas naturales

Este descubrimiento es parte de un creciente cuerpo de investigación sobre insecticidas derivados de plantas. Estudios previos de la Universidad Estatal de Ohio identificaron propiedades naturales repelentes de mosquitos en plantas de Madagascar, lo que inspiró al equipo a explorar el cáñamo.

El coautor del estudio, Peter Piermarini, profesor de entomología en la Universidad Estatal de Ohio, dijo que el CBD podría ser un candidato atractivo para estrategias más amplias de manejo de plagas. «Será interesante aprender más sobre cómo el CBD interactúa con varias proteínas en mamíferos e insectos para entender por qué es seguro para las personas pero no para los insectos», dijo.

Sin embargo, Piermarini enfatizó la necesidad de más investigación sobre cómo los insecticidas basados ​​en CBD podrían afectar a especies no objetivo, como las abejas, que juegan un papel crítico en la polinización y la biodiversidad.

Se necesita más investigación

Si bien los hallazgos son prometedores, plantean preguntas sobre el impacto ecológico del uso generalizado de CBD en el control de plagas. Las larvas de mosquito prosperan en entornos acuáticos, y la introducción de insecticidas basados ​​en CBD en estos hábitats requiere un examen cuidadoso de cómo podrían verse afectadas las especies acuáticas no objetivo, señalaron los investigadores. Proteger la biodiversidad mientras se controlan las plagas es un equilibrio delicado, y se necesitan investigaciones futuras para evaluar las posibles consecuencias no deseadas, agregaron.

Los investigadores también ven potencial en refinar las metodologías de extracción para insecticidas basados ​​en CBD, asegurando que sean eficientes y ambientalmente sostenibles. Esto podría implicar optimizar la concentración de CBD para que sea más efectivo en dosis más bajas, minimizando aún más su huella ecológica.

¿Revolución de los biopesticidas?

El estudio abre varias nuevas vías de investigación, incluida la eficacia del CBD contra otras especies de insectos resistentes a los insecticidas tradicionales. Si el CBD se puede adaptar para controlar una gama más amplia de plagas, podría revolucionar la industria de los biopesticidas, ofreciendo una alternativa natural y ecológica a los productos químicos sintéticos.

Además, existe el potencial de enfoques de ingeniería genética que podrían mejorar las propiedades insecticidas del cáñamo, convirtiéndolo en una herramienta aún más poderosa en el control de plagas.

«Entender cómo estos compuestos naturales interactúan con diferentes especies de insectos será crucial para desarrollar métodos de control de plagas seguros y específicos», dijo Rodríguez, señalando que el objetivo final es crear soluciones que reduzcan el daño ambiental y sigan siendo efectivas contra las plagas resistentes.

La investigación contó con el apoyo del Instituto de Enfermedades Infecciosas y de la Facultad de Ciencias Alimentarias, Agrícolas y Ambientales de la Universidad Estatal de Ohio. La revista Insects, que está revisada por pares, es una publicación de acceso abierto del Instituto Multidisciplinario de Publicaciones Digitales con sede en Basilea, Suiza.