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Las partes interesadas dicen que la ley enmendada en Portugal apunta erróneamente a los productores de flores

Una enmienda que impone estrictas restricciones a la producción de cáñamo en Portugal va en contra de la ley de la Unión Europea y pone en peligro a la incipiente industria del país, dijeron las partes interesadas después de que la legislación entró en vigencia el pasado jueves 6 de enero.

Humberto Nogueira, vicepresidente de la Asociación de Comercio de Cáñamo Industrial de Portugal (ACCIP), dijo que los productores están alarmados por una serie de disposiciones que parecen estar destinadas específicamente a cerrar el comercio de flores de cáñamo.

Transporte de flores prohibido

Lo más alarmante es una regla que prohíbe el transporte de flores de cáñamo desde la granja donde se cultivan, lo que esencialmente prohíbe el comercio de uno de los componentes vegetales más valiosos.

“No existe una base legal para limitar el comercio de toda la planta de cáñamo”, dijo Nogueira sobre la restricción. “Al mismo tiempo, limita la rentabilidad de los productores y agricultores, algo que se refleja en menos mano de obra contratada y menos empleo fijo y estacional”.

La enmienda también prohíbe el cultivo de cáñamo en instalaciones de interior e invernadero, requiere que los cultivadores establezcan al menos 0,5 hectáreas y establece restricciones en el uso y manejo de semillas de cultivo, todo lo cual desincentiva a los agricultores y procesadores de cáñamo, dijo Nogueira.

Obstaculos para los agricultores

La enmienda no brinda una base legal para interferir en las prácticas agrícolas de cáñamo, el cual es un cultivo agrícola legal, certificado y subsidiado en la Unión Europea (UE), señaló Nogueira, y sugirió específicamente que la regla sobre el área mínima para el cultivo de cáñamo anula una regla general del Instituto de Financiamiento de la Agricultura y la Pesca (IFAP) que establece 100 metros cuadrados como mínimo para cultivos estándar.

“El requisito de una superficie mínima de 0,5 hectáreas para obtener la autorización de cultivo de cáñamo industrial es un factor limitante para miles de pequeños agricultores en Portugal”, dijo Nogueira. La enmienda tampoco proporciona justificación para las sanciones relacionadas con el incumplimiento de esa disposición, según Nogueira.

Buscando la logica

Nogueira dijo que las restricciones sobre el uso de semillas para plantar en la enmienda promueven el desperdicio y desincentivan aún más a los productores de flores. “No permite al agricultor cultivar semilla para siembra por el riesgo de contaminación de bolsa perforada, pero autoriza su procesamiento directo para alimentación humana y animal”, dijo Nogueira.

“En general, hay claramente en la nueva ordenanza una intención de eliminar totalmente las posibilidades de los productores de obtener rentabilidad con la flor de cáñamo, independientemente del destino que el comprador de la cosecha le dé al producto”, dijo Nogueira.