El Parlamento del Líbano aprobó una legislación para legalizar el cultivo de cannabis con fines médicos e industriales. La nueva ley despeja el camino para una industria legal en la marihuana medicinal, así como el CBD y otros productos para la salud, y alienta el desarrollo de fibra de cáñamo para textiles.
La nueva ley fue «realmente impulsada por motivos económicos», dijo a Reuters Alain Aoun, un miembro del parlamento en el Movimiento Patriótico Libre. «Tenemos reservas morales y sociales, pero hoy existe la necesidad de ayudar a la economía por cualquier medio», dijo Aoun.
Crisis financiera
La economía del Líbano necesita divisas para superar una grave crisis financiera que empeoró con la pandemia de coronavirus. Los defensores de la legislación dicen que la estrategia puede generar ingresos muy necesarios para el gobierno a través del desarrollo del sector agrícola.
El cultivo de cannabis es ilegal en el Líbano, pero se ha cultivado durante años en el valle de Bekaa del país.
Líbano ha estado considerando la legalización del cannabis con fines medicinales e industriales durante casi dos años después de contratar a la consultora internacional McKinsey & Co. en 2018 para asesorar al país sobre sus problemas económicos. McKinsey sugiere que el gobierno legalice el crecimiento y la producción para al menos algunas aplicaciones. Raed Khoury, ex ministro interino de economía y comercio del Líbano en ese momento, proyectó que el cannabis legal para uso médico e industrial podría generarle al país alrededor de $ 1 mil millones anuales.
Dudas sobre la implementación
Hilal Khashan, profesor de la Universidad Americana de Beirut, dijo que duda que el gobierno pueda implementar con éxito la ley, dada la oposición del grupo islamista chiíta respaldado por Irán, Hezbollah, que se opuso a la legislación y que obtuvo beneficios del comercio ilegal de cannabis.
«Hezbollah es el principal beneficiario del tráfico de cannabis», dijo Khashan a Newsweek. «La única forma para que Hezbolá acepte la ratificación de la ley es involucrarse directamente en su implementación, es decir, obtener su parte de ella».