Las partes interesadas en el cáñamo en Guyana dicen que el Ministerio de Agricultura del país finalmente está tomando medidas para establecer reglas que harán avanzar la causa de la producción de cáñamo.
Michael Kirton, defensor del cáñamo desde hace mucho tiempo y ejecutivo de la recién formada Hempair International, dijo que el ministro de Agricultura, Zulfikar Mustapha, le aseguró que se están preparando un marco y un organismo regulador.
«La ola de entusiasmo se está extendiendo por las Regiones Seis y Décima con agricultores ansiosos y potenciales agricultores de cáñamo, jóvenes, adultos jóvenes y mujeres esperando ansiosamente la luz verde final para comenzar la producción de cáñamo», dijo Kirton durante un foro el jueves pasado en Georgetown.
Proyecto de ley de cáñamo de 2022
Un proyecto de ley sobre cáñamo industrial aprobado por la Asamblea Nacional de Guyana en 2022 pedía el establecimiento de una Autoridad Reguladora del Cáñamo Industrial (IHRA), pero el organismo aún no se ha formado ni ha emitido regulaciones específicas. Según lo concebido en el proyecto de ley, la IHRA administrará las licencias, establecerá cuotas de cultivo y colaborará con la Unidad Antinarcóticos de Aduanas en el seguimiento de la producción.
El proyecto de ley sobre cáñamo industrial de 2022 despenalizó el cultivo de cáñamo bajo una línea divisoria entre cáñamo y marihuana con un 0,3% de THC y estableció un marco básico relativamente estricto.
La legislación faculta a las autoridades para registrar las instalaciones de los productores y confiscar propiedades si se sospecha que cultivan sin permiso. Los operadores de cáñamo sin licencia podrían recibir una multa de hasta 500.000 dólares y recibir penas de prisión de un año.
Además, los miembros de la junta directiva de la IHRA podrían enfrentar multas de 200.000 dólares por no revelar conflictos de intereses o por revelar información relacionada con el trabajo de la Autoridad.
Se planean proyectos
A medida que avanzaba la legislación sobre el cáñamo de Guyana a partir de marzo de 2022, el gobierno dijo que ya había delimitado dos lugares para demostrar el potencial del cáñamo en las regiones seis y 10 del país. En Kuru Kururu, cerca de Silica City, se planean nuevos asentamientos: uno para aliviar la superpoblación en Georgetown , la capital del país; y otro en Mara, una antigua plantación de azúcar situada en la región de Berbice Oriental-Corentyne.
La operación en Kuru Kururu puede ser orgánica porque “la tierra nunca ha sido tocada”, dijo Kirton cuando se anunciaron los proyectos. La iniciativa en ese lugar se concibe como un prototipo para el desarrollo de cadenas de suministro de cáñamo en cada una de las diez regiones administrativas de Guyana.
¿Impulso para el sector agrícola?
El gobierno de Guyana ve la producción de cáñamo como una forma de crear empleos y apuntalar el sector agrícola, que ha experimentado caídas en cultivos clave como el arroz y la caña de azúcar, un cultivo básico que se ha desplomado en más del 50% en los últimos años. Se estima que entre 30.000 y 50.000 agricultores están sin trabajo.
Sus defensores han dicho que una vez que se incremente la producción de cáñamo, el país podría inicialmente encontrar mercados de exportación para algunos productos crudos. Ven beneficios económicos no sólo del cultivo y procesamiento del cáñamo, sino que también notan un potencial comercio en cadena en los sectores de marketing, banca, seguros y venta minorista.
Los partidarios han citado estudios que, según dicen, muestran que plantar 100.000 hectáreas (~250.000 acres) podría crear entre 40.000 y 50.000 empleos sostenibles, generando desarrollo económico a través de créditos de carbono y de una amplia gama de productos a partir de granos y tallos de cáñamo.
Camino largo y sinuoso
El cáñamo ha recorrido un largo camino en Guyana después de que las partes interesadas identificaran por primera vez su potencial hace más de una década, cuando sugirieron que una industria nacional del cáñamo podría emplear a agricultores inactivos. El gobierno descartó la legalización del cultivo de cáñamo en ese momento, y el Ministro de Estado del país racionalizó una prohibición continua debido a la notoriedad de Guyana como puerto para los narcotraficantes.
Kirton, que ha abogado por el cáñamo en Guyana desde el principio, dijo que había mantenido la fe en que el gobierno finalmente sembraría una industria del cáñamo.
«Algunos dijeron que nunca sucederá, pero esta es la realidad», dijo durante el foro de la semana pasada. “Muchos de mis amigos me abandonaron. Algunos me dijeron que moriría antes de vivir para verlo.