Los partidarios sudafricanos del cannabis acogieron con beneplácito la promesa del presidente Cyril Ramaphosa de respaldar las industrias del cáñamo y la marihuana, pero dicen que hasta ahora se han mantenido al margen mientras el país desarrolla políticas para los sectores.
Ramaphosa usó su discurso anual sobre el estado de la unión la semana pasada para anunciar que el gobierno tiene la intención de revisar el proceso regulatorio del país para aprovechar el potencial de desarrollo económico de las industrias del cannabis.
“El sector del cáñamo y el cannabis tiene el potencial de crear más de 130.000 nuevos puestos de trabajo. Por lo tanto, estamos simplificando los procesos regulatorios para que el sector del cáñamo y el cannabis pueda prosperar como en otros países como Lesotho”, dijo Ramaphosa.
“Queremos aprovechar esto para poder liberar y dar rienda suelta a la energía de nuestros agricultores comunes”, dijo el presidente en uno de los pronunciamientos más destacados sobre el cannabis por parte de un funcionario del gobierno de Sudáfrica.
Fallar en la inclusión
Consejo de Desarrollo de Sudáfrica
Pero Gareth Prince, presidente del Consejo de Desarrollo de Cannabis de Sudáfrica, dijo que si bien se siente alentado por los comentarios del presidente, el gobierno hasta ahora no ha incluido la perspectiva de esos mismos agricultores de los que habla, pequeños cultivadores indígenas, mientras persigue una estrategia. basado principalmente en la marihuana medicinal y las exportaciones, bajo la influencia de corporaciones extranjeras
“Nuestro proceso legislativo requiere específicamente la participación pública, y eso ha faltado”, dijo Prince. “Hacemos hincapié en que cualquier desarrollo que no se centre en los dagga y las personas indígenas no será sostenible”, dijo al canal de televisión Newzroom Afrika, “y no podemos permitirnos ser dominados por voces extranjeras cuando se trata del tema de canabis.»
Hasta el momento, el gobierno no ha presentado un plan coherente para la industrialización y comercialización del cannabis, señaló Prince. “Pero la comunidad cannábica tiene un plan y no podemos quedarnos atrás”.
Además de apoyar las pequeñas operaciones agrícolas, Prince dijo que el gobierno también debería enfatizar el uso y desarrollo de variedades de cannabis nativas de Sudáfrica en lugar de importar genética de otras partes del mundo.
Más que humo
En un discurso que en algunos puntos provocó cierta conmoción entre los legisladores asistentes, Ramaphosa dijo: “Este producto natural que nuestra gente ha estado cultivando y cosechando para una serie de propósitos ahora se industrializará y ya no se recurrirá solo al proceso de humo.
“Muchos países alrededor del mundo ya han avanzado a niveles más altos. Nuestro vecino inmediato, Lesotho, ha avanzado en la industrialización del cannabis a pasos agigantados. Y los productos que se obtienen del cáñamo y el cannabis tienen una gran demanda en todo el mundo”, dijo el presidente.
«Nuestra gente en el Cabo Oriental, KwaZulu-Natal y en otros lugares está lista para cultivar con este producto básico ancestral y llevarlo al mercado en formas nuevas e innovadoras».
Plan Maestro
Sudáfrica presentó un borrador del Plan Maestro Nacional de Cannabis (NCMP) en abril de 2021 como parte de la «Estrategia industrial reinventada» del gobierno de Ramaphosa. El plan sugiere que trazar el rumbo adecuado para la industria puede ayudar a los pequeños cultivadores de las áreas afectadas por la pobreza y establece los ocho pilares necesarios para apoyar la economía emergente del cannabis legal centrándose en las asociaciones entre el sector público y el privado.
La publicación del plan maestro siguió a la reprogramación del CBD y el THC por parte del gobierno en mayo de 2020 a través de la enmienda de las leyes de drogas anteriores y la exención del control médico del cáñamo industrial bajo un límite de THC del 0,2%. Los defensores del cáñamo en Sudáfrica han dicho que es demasiado bajo debido al clima del país, que probablemente empujará a las plantas de cáñamo más allá de ese límite. Otras reglas aún no se han escrito.
Aunque tiene un programa de cáñamo desde 1999, Sudáfrica no ha logrado hacer las enmiendas necesarias a las leyes ni establecer ninguna industria de cáñamo significativa, y la policía a menudo persigue a los cultivadores de cannabis autóctonos.
“En lugar de enviar a los sudafricanos a la cárcel, debemos ponerlos a trabajar en torno al cannabis para que la conversación pueda cambiar del cannabis recreativo a la creación de empleo y la erradicación de la pobreza, la desesperación y la desesperanza”, dijo Prince.
Traducción al Español realizada por LAIHA
