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Nueva ley de cáñamo y cannabis medicinal en Argentina es ‘triunfo contra la hipocresía’

Argentina establecerá un nuevo regulador para gestionar el cáñamo y el cannabis medicinal en virtud de un proyecto de ley histórico firmado por el presidente Alberto Fernández la semana pasada. La medida también establecerá un organismo nacional para fomentar el desarrollo de los sectores.

“Estamos dando un paso muy importante, fundamentalmente en materia de salud”, dijo Fernández tras firmar la nueva ley. “Detrás de todo esto habrá una industria que dé trabajo, que exporte, que aporte dólares y que salve gente. Este es otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía”.

La nueva ley establece un marco legal para el cultivo, la producción, la distribución y la comercialización de productos, derivados y semillas de cannabis, y promueve una estrategia de planta completa para el cáñamo que tiene como objetivo explotar el cultivo por sus beneficios para la salud y el medio ambiente además de su potencial. para el desarrollo económico.

El cáñamo puede servir como reemplazo para un sector tabacalero cada vez más reducido y conducir a la innovación en tecnología y desarrollo de productos, sugirió el gobierno.

La Agencia Reguladora de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal (ARICCAME) se constituirá como ente rector y supervisor de los demás entes reguladores que intervienen en la cadena productiva.

Consejo de Desarrollo
En el marco de un Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal que también se establecerá, se nombrarán representantes de cada provincia de Argentina, así como uno de la ciudad de Buenos Aires y uno del país en general. El consejo se reunirá mensualmente para asesorar a ARICCAME sobre regulaciones, licencias y la mejor manera de hacer avanzar la industria.

La nueva ley, que complementa una ley anterior que legalizó el cannabis medicinal en Argentina, establece formalidades para el otorgamiento de licencias a cultivadores y productores.

Bajo disposiciones específicas, ARICCAME:

Regular las importaciones, exportaciones, cultivos, producción y manufactura, comercialización y adquisición de cannabis, semillas y derivados.
Supervisar el almacenamiento, el transporte y la distribución de semillas y plantas de cannabis.
Establecer las mejores prácticas para cumplir con las regulaciones internacionales para la producción.
Realizar inspecciones.
Establecer programas conjuntos de investigación con universidades públicas y organismos de ciencia y tecnología.
La guía sobre trazabilidad será establecida por el Instituto Nacional de Semillas, que regula la producción y distribución de semillas de cultivo bajo el Ministerio de Agricultura.

ARICCAME asignará delegaciones regionales o provinciales para velar por el cumplimiento de la ley bajo un sistema sancionador que incluye sanciones que van desde amonestaciones hasta suspensiones y multas.

Potencial de potencia
Dado que la agricultura desempeña un papel fundamental en la economía de Argentina, la nueva ley permite que el cáñamo entre en la corriente principal de la agricultura en una de las principales naciones agrícolas del mundo, y que tiene una ubicación ventajosa para el cultivo de cannabis.

Los defensores del cannabis han dicho que la posición de Argentina como líder mundial en la producción agrícola, su experiencia en investigación científica, la estructura de los laboratorios y la amplia red de proveedores hacen del país una potencial potencia de cannabis medicinal y cáñamo.

“Los productores argentinos podrán competir con muchos”, dijo el presidente Fernández.

La ley también facilita el acceso a los medicamentos a base de cannabinoides en un mercado de consumo interno grande y de rápido crecimiento que actualmente es atendido por importaciones.

Las industrias del cáñamo y el cannabis medicinal en Argentina podrían generar 10.000 nuevos empleos, $500 millones en ventas internas y $50 millones en exportaciones anualmente, según estimaciones del gobierno.